Un gran portero solventa partidos en la pista de fútbol sala. El CD UMA Antequera contempla bajo sus palos a una pareja de altos vuelos: Conejo-Gonzalo. Cada parada atisba esperanza al grupo e impulsa a una mejor finalización en el área rival. La buena base de resultados, que se extiende desde la pasada campaña, reposa en las sublimes actuaciones de los guardametas. Si el encargado de echar el cerrojo de la portería esconde la llave, la defensa aumenta todavía más sus prestaciones. Francisco Muñoz “Pipo” asume la tarea de preservar en perfecto estado los cimientos de la plantilla universitaria con entrenamientos muy específicos para trabajar la elasticidad, reflejos, rapidez de movimientos, estiradas, saques, colocación o influencia en el juego.

Al cancerbero siempre se le mira con lupa. El acierto asombra, pero el fallo sobresale en demasía. Juan Antonio Conejo Bernal, nacido en Coín (Málaga), goza de la suficiente categoría y experiencia en los diferentes escalafones de la Liga Nacional de Fútbol Sala. El pasado curso alcanzó la matrícula de honor. Elevó el listón hasta el pico más alto. Alcanzar ese mismo nivel en el campeonato actual centra todos los esfuerzos del 16 universitario. En 10 jornadas, una de ellas se quedó sin jugar ante la titularidad de su compañero de demarcación, ha encajado un total de 27 goles. “Todavía no estoy bien como el año pasado. No me encuentro al 100%. Tengo la aspiración de ponerme cuanto antes a tope. La temporada precedente fue muy buena, no me la esperaba. La confianza del míster y de todos mis compañeros me ayuda cada vez más. Poco a poco iré a mejor”, asiente. 

La autocrítica es un ejercicio fundamental en el itinerario del éxito. Los pupilos de Manuel Luiggi Carrasco “Moli” saborearon un marcador negativo tras cinco victorias y un empate en el duelo andaluz con Mengíbar correspondiente a la décima fecha del calendario. “Una derrota dura, porque llevábamos una dinámica buena, de cinco partidos consecutivos ganados. Al final el partido fue por pequeños detalles. Tres fallos, tres goles. Los partidos se juegan cuarenta minutos y si realmente estamos metidos y no fallamos, es difícil que perdamos, por lo menos de nuestra parte. Si ellos hacen un gol bueno o una acción de estrategia, les damos la mano y listo. No hay ahora nada más que pensar en el Betis”, analiza el malagueño.

Los tres puntos se quedaron en tierras jiennenses. El encuentro dejó una lectura muy clara dentro de los intereses del conjunto verde. El equilibrio defensivo y ofensivo no pude desaparecer, porque los errores salen muy caros y ejemplifican vulnerabilidad, tal y como comenta el arquero. “El año pasado veníamos con ese dilema. Si estamos bien en defensa y metemos las oportunidades que tenemos en ataque, es muy difícil que nos ganen. La campaña anterior fue muy buena y esta vamos en la misma dinámica, lo que pasa es que hay que estar metidos y no conceder tantas ocasiones o, realmente, no perdonar tanto. Tenemos equipo nuevo, pero la base está ahí. Los nuevos aportan un poco más”.

El Real Betis Futsal, visita el viernes 24 el Pabellón Fernando Argüelles (20.45 horas), fue uno de los clubes que a Conejo mejor se le dio o al que obligó a desistir parada a parada durante la anterior Liga. Tanto en la primera vuelta en Sevilla como la segunda en Antequera se erigió como el artífice de lograr ambos triunfos. “Un gran derbi andaluz. Ellos tienen un equipazo, pero al final juegan cinco contra cinco. Tenemos que estar concentrados los cuarenta minutos y dar más del 100%. El partido se va a desarrollar por detalles. Quien falle, al final lo paga”. Además destaca que por más conocimientos existentes del contrario, el guión siempre varía. “Cada partido es diferente. Hemos jugado dos en pretemporada, aunque esta fase sirve para conocernos entre nosotros. Si pierdes, te vas con malas sensaciones y vas aprendiendo. En Liga si no ganas, los puntos se van. Hay que ganar sí o sí para seguir arriba”.

Sobre las aspiraciones del club con sede competitiva en la Ciudad de los Dólmenes, el inquilino de la portería interpreta el salto de calidad de la Segunda División. Muchas escuadras lucharán hasta el final por los puestos de ascenso a la máxima categoría. “La verdad es que esta temporada será muy raro que algún equipo llegue a los 50 puntos. Cualquiera pude ganar. El primero sufre para superar al último o el segundo pierde con el séptimo. La Liga está bonita y competitiva. Hay que afrontar al máximo todos los partidos, se van a decantar por nada y cuatro detalles pueden colocar al equipo, primero, segundo, tercero o metido en play-off”.