El CD UMA Antequera se ha ganado un hueco entre los candidatos a ocupar una posición de privilegio en la clasificación de Segunda División. Los resultados avalan esa propuesta frente al resto de equipos, del mismo modo que supone una dosis extra de exigencia en una competición que no deja de crecer en dificultad e igualdad. El histórico ascenso a Primera División posicionó al club en la primera fila del escenario competitivo y a punto estuvo, un curso después, de regresar a la élite en otra muestra de la consolidación de una idea de juego especial y diferente, pero no por ello menos efectiva. Manuel Luiggi Carrasco “Moli” inculca a su plantilla una identidad propia que siempre acaba reflejada en la pista. Los jugadores exprimen su talento en beneficio del colectivo, compiten bajo la bandera del juego limpio y procuran cosechar brillantes éxitos sin olvidar lo más esencial en esta estructura deportiva; la formación académica.

De la necesidad nace la virtud. Nunca es fácil pelear por metas altas cuando cada temporada se afronta una renovación en el vestuario. Aquellos que destacan en el 40x20 captan la atención de otros conjuntos, mientras que otros tienen que dejar paso a los más jóvenes, principales impulsores de la entidad. El margen de actuación del entrenador malagueño a la hora de reforzar su bloque no es muy amplio, aunque siempre encuentra algún diamante que pulir. Alberto Baena Priego ejemplifica la apuesta por un profesional proveniente de un campeonato inferior como la Segunda División B, pero con una amplia proyección por delante tanto en la pista como en el aula universitaria.

Cala, nombre deportivo de un cierre cordobés nacido en Berna (Suiza), cumple un perfil necesario en la confección de un plantel de garantías al convertirse con su polivalencia en una solución inagotable para el técnico en los dos lados de la cancha. Los conceptos defensivos los tiene muy bien asimilados e imprime mucha intensidad en el marcaje del contrario. También dispone de recursos técnicos suficientes para hacer daño cerca de la portería mediante el desborde en el uno contra uno o con un potente disparo. Aún no se ha estrenado como goleador con la camiseta verde, aunque ya asume un rol importante en la rotación. La defensa supone la base de la estructura de juego y, en ella, puede desenvolverse a la perfección en su debut en la categoría de plata.

Los tres puntos ante el Tenerife Iberia Toscal permiten encadenar una racha de tres envites sin conocer la derrota; un empate y dos triunfos. El cierre destaca la trascendencia de ir mejorando poco a poco un inicio no demasiado afortunado en cuanto a los marcadores obtenidos. “Una victoria muy importante, a pesar de que fue un partido que quizás no supimos finalizar hasta la segunda parte. Nos ayuda a seguir con la dinámica positiva y poder afrontar con confianza los siguientes  encuentros”. Asimismo, exhibe su satisfacción por contribuir al crecimiento del equipo. “La adaptación está siendo muy buena, poco a poco estoy cogiendo los conceptos que quieren tanto el equipo como Moli y todavía tengo margen de mejora, pero estoy muy contento por todo lo que me aporta esta nueva experiencia”.

FSD Puertollano figura como el siguiente reto liguero de la escuadra antequerana ante el público del Argüelles. Los rojillos atesoran unos registros muy positivos en las primeras seis jornadas sin notar la presencia de nuevas piezas. “Va a ser a priori un partido complicado, ya que como se puede apreciar, Puertollano tiene los mismos puntos que nosotros. Está jugando muy bien y consiguiendo victorias importantes, en especial a domicilio. Lo que debemos de hacer es avanzar con nuestro juego e intentar ganar este choque. Además una jornada en casa, donde es importante sacar un triunfo, y podríamos meterles tres puntos a ellos. Creo que será un rival directo”, expresa Cala.